En todas las familias cuecen habas. El juez decano de Barcelona, José Manuel Regadera, que asumió el cargo el 10 de marzo de 2008, vio como el pasado abril su nombre trascendía en la crónica judicial como protagonista tras ser denunciado por su mujer por presunta agresión, y reaccionando con otra denuncia cruzada contra su esposa, notaria de profesión, por el mismo motivo y con la que había contraído matrimonio tan sólo meses antes.
Imputado por un presunto delito de maltrato, ha presentado hoy su dimisión ante la "pérdida de confianza" en su persona que ha provocado en algunos de sus compañeros esta imputación, y después de que la semana pasada, 18 de los 33 jueces de instrucción de Barcelona firmaran una carta en la que solicitaban al decano su "inmediata dimisión" ante la situación procesal en la que se encuentra envuelto y "en aras a la defensa del principio de transparencia que la sociedad demanda".
Veremos cómo acaba la película.
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