El derecho a lo torcido

El blog para los amantes del derecho paranormal ¡¡¡HEMOS VUELTO POR ACLAMACIÓN POPULAR (jajo jajota)!!!

sábado, 2 de mayo de 2009

El visionario Walras y la destrucción de la teoría tradicional de la oferta y la demanda

Si el precio de un bien está demasiado bajo y los consumidores demandan más de lo que los productores pueden poner en el mercado, se produce una situación de escasez, y por tanto los consumidores estarán dispuestos a pagar más. Los productores subirán los precios hasta que se alcance el nivel al cual los consumidores no estén dispuestos a comprar más si sigue subiendo el precio. En la situación inversa, si el precio de un bien es demasiado alto y los consumidores no están dispuestos a pagarlo, la tendencia será a que baje el precio, hasta que se llegue al nivel al cual los consumidores acepten el precio y se pueda vender todo lo que se produce.

Frente a esta teoría económica atribuida básicamente a Adam Smith, extendida y aceptada en todo el orbe, apareció una teoría marginal defendida por -entre otros- León Walras, que defendía que el precio se establece a partir del precio más alto.

Tengo que darle la razón a este último, porque la escalada de precios que vivimos no sólo es un completo abuso en tiempos de crisis, sino que la tradicional teoría de la oferta y la demanda se ha roto hecha añicos.

Veamos. La crisis económica galopante ha hecho disminuir el consumo. Los productos de precio más elevado han disminuido sus ventas cediendo ante los de marca blanca, que ganan cuota de mercado y se consolidan cada vez más en la cesta de la compra. Según la teoría de la oferta y la demanda, si el precio de un bien es demasiado alto y los consumidores no están dispuestos a pagarlo, la tendencia será a que baje el precio, hasta que se llegue al nivel al cual los consumidores acepten el precio y se pueda vender todo lo que se produce. Pues eso no ocurre, ya que los precios siguen subiendo de modo disparatado.

Pongamos varios ejemplos. Hace un año el precio medio de un batido Puleva de 1 litro era de 1,10 euros, si bien era común encontrarlo de oferta a prácticamente un euro en las grandes superficies. Partiendo de la tendencia del mercado, hay que presumir que la crisis económica ha llevado a que los consumidores prefieran el batido marca blanca (que suele saber a leche con polvitos pero que vale la mitad) frente al más auténtico de Puleva. Según Adam Smith, Puleva debería replantearse su estrategia y bajar el precio hasta llegar a aquél aceptado por los consumidores y así vender todo lo que produce. Pues no. Lo que ha hecho ha sido cambiar sus botellas de 1 litro a las nuevas de 750 ml, y promocionar dichos envases como oferta al precio medio de 1,05 euros.

¿La nueva estrategia del mercado frente a la crisis consiste no en bajar los precios, sino en empequeñecer la unidad de producto manteniendo el precio o disminuyéndolo levemente? Yo quiero que vuelva la Puleva de tiempos de bonanza, cuando me vendía 1 litro a 1,15 euros y no cuando en tiempo de crisis me vende 3/4 litro a 1,05 euros, pues parece que quiere hacer negocio de la desgracia ajena.

Pero los donuts no se libran. Hasta el año pasado se vendían las tradicionales cubetas de 6 donuts, que generalmente lucían la oferta 4+2 en su envase. Costaban de media 1,60 euros si eran donuts blancos, o 1,75 si eran de chocolate. Te llevabas 6 donuts por ese precio, y se supone que no perdían dinero, pues la oferta estaba extendida a todos los supermercados.

Ahora han inventado el pack divisible, que es algo así como un blister de pastillas donde hay 6 donuts agrupados en huecos y amontonados de dos en dos. Anuncian que con ese sistema "están siempre recientes", pero mi ojo clínico me dice que forma parte de una estrategia de marketing y de otra estrategia empresarial, pues es obvio que con el sistema del envase al vacío disminuyen costes de distribución.

Antes el lema era "frescos del día", y efectivamente día a día los llevaban a los comercios, y los comprabas y veías que se habían fabricado hacía horas. Más reciente que eso, imposible. Y al precio ya comentado, que al parecer, no les hacía perder dinero.

De unos meses a esta parte, son frescos del día, pero por efecto del envase al vacío, y ya no gastan en distribución llevando los donuts a diario a los puntos de venta. Aparentemente la disminución de costes debería acarrear una ventaja para los consumidores: el menor precio.

Pues no, ya que el blister de 6 donuts ha pasado a costar 3 euros. Sí, que nadie se asombre, ahora pagamos un envase más caro para que gaste menos la empresa en distribución. Y los donuts han pasado a costar en tiempo de crisis prácticamente el doble que en tiempo de bonanza del ladrillo.

Sólo hace falta recorrer los supermercados y examinar los productos que tradicionalmente habíamos comprado antes de la crisis. ¿Parecen más baratos? Anda, fíjate bien, que seguro que le han restado un tercio del peso...

Por tanto, la ley de la oferta y la demanda ha terminado derivando en la ley de Walras del precio más alto, porque efectivamente, las marcas blancas se apoyan en los precios de las marcas tradicionales. Si la marca tradicional bajase su precio, arrastraría a la marca blanca, puesto que nadie en su sano juicio compra galletas Hacendado si al mismo precio le dan unas galletas Cuétara.

Me indigna especialmente la táctica del envase. Los productos (manteniendo prácticamente el precio) han pasado de 1 litro a 750 ml, y de 1 kilo a 900 grs. Y de 500 ml a 400 ml. Prevaleciendo siempre una imagen atractiva. Frente a la botella de 500 ml tradicional se alza la nueva, más estilizada de 400 ml y con un figurante que sonríe (presuntamente por los jugosos beneficios que se va a embolsar la empresa con el cambio).

Una perpetua búsqueda del mayor beneficio. A eso nos encaminamos, y que no nos cuenten milongas de teorías económicas.

1 comentario:

  1. Si al menos los donuts fueran tan buenos como lo eran en los viejos tiempos... Lo mismo cabe aplicar a phoskitos, bonis y tigretones.

    ResponderEliminar

La justicia es un servicio público - expresa tu opinión.