El derecho a lo torcido

El blog para los amantes del derecho paranormal ¡¡¡HEMOS VUELTO POR ACLAMACIÓN POPULAR (jajo jajota)!!!

domingo, 31 de mayo de 2009

Puntos para todos... los buenos conductores... que rule, que rule, la tómbola de Zapatero

Alegría y alboroto para todos. Más pan y circo.

La Dirección General de Tráfico (DGT) repartirá en julio más de 40 millones de puntos a los conductores que hayan tenido un buen comportamiento al volante y tengan intactos los doce créditos iniciales, que les fueron asignados hace ya casi tres años con la entrada en vigor del nuevo permiso de conducir. Se calcula que serán unos dos millones de conductores los que no lo podrán celebrar.

Damos así cumplimiento a la ley que regula el nuevo carné y que tiene en cuenta también a aquellos conductores cuyo comportamiento es el correcto premiándolos con dos puntos si no han sido sancionados en estos tres años en firme en vía administrativa por una infracción que lleve aparejada la pérdida de puntos.

A partir de julio tendremos catorce puntos (sí, yo estoy entre los afortunados), pero si pasan otros tres años sin perder créditos se nos premiará con otro punto más hasta llegar a los quince, que es el máximo. Mientras, otros antipatriotas hablando de crisis y desmoralizando a la ciudadanía.

Si ya lo dijeron los catalanes... en la tómbola de Zapatero siempre toca, si no un pito, una pelota.

Sobre la liberalización de la energía y otras gaitas.

Recuerdo cuando se nos vendió con bombo y platillo la liberalización de la telefonía, pudiendo contratar con Tele2, Orange, Jazztel, Yacom o la operadora de turno nuestro acceso a internet y la misma línea de teléfono. Ofertas alucinantes (la letra pequeña decía luego que era sólo por dos meses) que se convertía por lo general en una travesía en el desierto y un reprocharnos a diario (nuestra conciencia, que es muy mala) la avaricia que nos había llevado a la perdición, puesto que lo más habitual es que nos quedásemos meses y meses sin internet y sin teléfono.

Telefónica nos respondía que no sabía nada, y que pecháramos con las consecuencias si habiamos cambiado de compañía (efectivamente, Telefónica es la más cara, pero la más fiable). La nueva operadora de turno respondía que no eran ellos responsables de las dilaciones, y todo correspondía a un mezquino sabotaje de quien ostentaba el monopolio y no quería soltarlo, alargando los trámites burocráticos hasta lo indescriptible. Conservo expedientes de varias personas que convencidas por los 20 megas de Jazztel no tuvieron ni teléfono ni internet durante más de un semestre, mientras que unos y otros se lavaban las manos para desesperación del cliente.

Y al final las ofertas son una gaita, no nos engañemos. Nuestro ADSL es de los más caros del espacio Schengen, y en parte es comprensible porque las infraestructuras siguen siendo de Telefónica, que cobra (y cobra bien) a los nuevos operadores, que no pueden abaratar un precio que para ellos ya va subido. Que hasta hace un par de años nos cobrasen los advenedizos 8 euros por lo que Telefónica pedía 10, es una triste guasa, desde el punto de vista del fáctico monopolio. A nosotros no nos sobra el dinero, pero por un escaso margen nadie se aventura a quedarse sin teléfono ni internet varios meses.

La liberalización ha traído comportamientos injustos. Telefónica sabe de la infidelidad de los clientes y no le resulta rentable acometer nuevas infraestructuras para que a los dos meses del alta se cambien a Yacom y se chupe ella el gasto. Por eso existen puntos negros en los que no es posible contratar a causa de la saturación de las acometidas y cajas de pares (y amplíar las infraestructuras metiendo nuevas canalizaciones y zanjas tiene un coste muy elevado que no compensa). Un técnico buen amigo de esta zona me dijo directamente que no tenían presupuesto para eso, y que costease las nuevas infraestructuras Orange o Tele2.

En consecuencia, la liberalización ha traído también el efecto perverso del voraz capitalismo. Me piden nuevas altas en la calle tal, donde todo está masificado. Pues que esperen a que alguien se dé de baja, o que sea otra compañía la que asuma un gasto a todas luces antieconómico. ¿Vas a levantar toda la calle para meter nuevas acometidas y que se te den de alta cuatro personas que probablemente el año que viene estén con otras operadoras? Gastas tú el dinero, y luego esas infraestructuras las aprovecha de inmediato Yacom o el que venga primero, que al carro de cobrar todos nos apuntamos.

No hablemos ya de las infraestructuras necesarias para llegar a urbanizaciones de la periferia de las ciudades. Quienes como yo hayan hecho sus pinitos en la promoción inmobiliaria saben de lo que se habla.

Ahora nos llega la gaita de la liberalización de la energía, y yo me pregunto si no nos ocurrirá en parte como con la telefonía, o sea, que si hay que poner un transformador nuevo que se ajuste a la mayor potencia de nuevos clientes, no dirán que lo ponga el maestro armero, que en este caso es la competencia.

La mayoría de los hogares españoles han recibido o recibirán en los próximos días una carta de su compañía eléctrica informándoles de que, a partir del próximo 1 de julio, se liberalizará el mercado y tendremos capacidad para elegir con qué compañía queremos contratar el suministro de la luz y la tarifa que escogemos. Dicha misiva contiene un listado de empresas comercializadoras y se especifica cuáles de ellas ofrecerán tarifas reguladas y cuáles operaran en el mercado libre.

¿Cuál escoger? Pues no lo sabemos, puesto que las compañías que operan en el mercado libre no han hecho pública la tarifa que ofertarán por kilovatio/hora, así que elegimos a ciegas.

Las compañías que ya ofrecen sus propias tarifas (Endesa, Hidrocantábrico, Naturgas, Nexus y Unión Fenosa) tan sólo trabajan con un 2% de descuento con respecto al coste por kilovatio de la tarifa regulada por el Gobierno, o sea, la misma gaita de siempre: liberalización aparente y los precios de toda la vida.

Según las estimaciones de FACUA, el ahorro no superará el 2%, alrededor de 70 céntimos menos al mes, lo que no es para saltar de alegría.

Sin embargo, y aquí está el problema, se aventura una subida de las tarifas reguladas. FACUA sospecha que a partir de julio el Gobierno podría aplicar un abultado incremento para tratar de forzar un trasvase de los consumidores al mercado libre, y así, las comercializadoras podrían seguir manteniendo los precios actuales. Y, de cara al usuario, estarían ofreciendo tarifas más competitivas que las marcadas por el Gobierno.

De verguenza. ¿Porqué no nos quedamos como estamos? Porque así las cosas, es un "espérate a que te suba el precio, ahora te liberalizo, y al final te quedas como estabas, pero con la satisfacción de que puedes elegir". Pagas lo mismo, pero ahora tienes derecho a elegir.

Yo quiero elegir otros políticos, que me los han cambiado.

sábado, 30 de mayo de 2009

Garzón, nuevamente en los titulares, por motivos inesperados

No me gustan los jueces estrella. Ya en la carrera me enseñaron que el Juez es una persona que hace su trabajo en silencio y que utilizando un símil futbolístico, se convierte en árbitro de una contienda de la que nunca debe ser protagonista. Convendreis conmigo en que mal partido de fútbol es aquél en el que el protagonista ha sido el árbitro.

Le conocí en Madrid, en un curso de verano impartido en El Escorial allá por 2.003 si la memoria no me falla. Me fotografie a su lado en varias ocasiones, dado que siempre mostraba una sonrisa profidén y gustoso se prestaba a las instantáneas. Despreciaba el peligro y se envalentonaba cuando señoras entradas en años se admiraban de que no le escoltasen guardaespaldas. No era tan inconsciente: los guardaespaldas estaban, pero disimulados entre el público y controlando las cuatro esquinas de la sala. Al día siguiente colocaron un arco de control en la entrada y supongo que las bienentencionadas señoras respiraron tranquilas.

No puedo comprender la tendencia de algunas personas por meter el dedo en el ojo ajeno, hurgando en heridas ya restañadas. Efectivamente el colectivo Manos Limpias, de orientación ultraderechista*, se ha querellado por prevaricación contra Baltasar Garzón en relación a su actuación en el proceso relativo a la desaparición de personas durante la guerra civil y el franquismo. La decisión de admitirla a trámite ha sido adoptada por los Magistrados del Supremo por unanimidad.

Y es que tras la presentación de algunas denuncias relativas a la desaparición de personas en la guerra civil española de 1936, se abrieron las diligencias previas 399/2006 en el Juzgado Central de Instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, acordándose a mediados de 2.008 la práctica de diferentes diligencias para que se le informase del número de personas desaparecidas y se las identificasen. Más tarde, el 16 de octubre de 2008, Baltasar Garzón dictó un auto en el que introducía el "alzamiento nacional", a pesar de que ese hecho no era objeto ni de las denuncias, ni de los autos, citando como "presuntos responsables" de los delitos denunciados (desapariciones forzadas) y del delito contra los altos organismos de la nación y la forma de gobierno (alzamiento nacional) a Francisco Franco, Emilio Mola, Gonzalo Queipo de Llano y el resto de los miembros de la llamada Junta de Defensa Nacional, todos ellos fallecidos como se sabe.

El Supremo estima este hecho de suma gravedad, dado que imputar a personas fallecidas indiciariamente se considera una resolución manifiestamente contraria a la ley e incompatible con cualquier método de interpretación del derecho.

No creemos que llegue muy lejos dicha querella, pero no cabe duda que sólo su admisión es todo un éxito del colectivo, y ver a Garzón imputado todo un titular de primera magnitud, que su espíritu protagonista jamás pudo imaginar.

* http://www.cadenaser.com/sociedad/articulo/lider-manos-limpias-miguel-bernart/csrcsrpor/20080519csrcsrsoc_1/Tes

viernes, 29 de mayo de 2009

Perdone que insista...

Me cautivan las creaciones inteligentes. Puede ser una comedia o puede ser una serie de televisión. Veo muy poco la llamada caja tonta (no diré como la gran mayoría para ver documentales en La 2, sino que en mi caso yo sigo los informativos, pasándome de Telemadrid a Tve y viceversa, comprobando que una misma noticia puede tener infinitos prismas).

Las nuevas tecnologías han traído la posibilidad de revisar cualquier documental o episodio de cualquier serie, e incluso cualquier película está al alcance de la mano en una descarga de treinta minutos. Otro día nos detendremos a hablar de los downloads, pero hoy toca hablar de Colombo y las series policiacas.

Reconozco que me gusta lo retro, y empecé comprándome la primera temporada de Kojak (parece que la segunda está al salir), encontrándome a un detective duro y elegante que enlaza en algunos aspectos con Harry "el sucio" y que asume sólo a regañadientes la legalidad vigente mientras exhibe sin contemplaciones su violencia y su falta de respeto a los cánones establecidos. Es una serie de acción, muy bien desarrollada, con personajes trabajados y que nos hace conocer y profundizar en los miembros del departamento de policía. Lo mismo ahonda en nuestro Kojak que en uno de los subinspectores, a cuya idiosincracia puede dedicar el director parte de un capítulo, siendo la tónica general el desengaño de los agentes en la aplicación de la ley y la pulcra conducta del juzgador, que la más de las veces hace que el delito quede impune. Los ladrones entran por una puerta y salen por otra. Los malditos abogados que de tan perversos, deben comer niños por la noche.

Kojak es una serie magnífica, extraordinariamente amena, y que liderada por Kojak, no es tanto una serie sobre su personaje como sobre el departamento de policía y su devenir diario.

Sin embargo, Colombo es otro mundo. Esta serie se centra en la lógica detectivesca de un personaje aparentemente atolondrado. La interpretación es magnífica, pero lo que realmente la convierte en una serie de culto son los inteligentes diálogos.

Porque aquí lo importante no es el misterio: el asesinato siempre se desvela al principio del capítulo y la trama siempre es idéntica. Conociendo al asesino (que suele pertenecer a la alta sociedad) y partiendo de unas coartadas fantásticamente estructuradas (no en vano suelen ser afamados médicos, militares, abogados o escritores) el misterio se centra en los brillantes diálogos y en la capacidad de Colombo para basándose en la aplastante lógica (nada de análisis de ADN) llevar a su terreno al asesino, siempre firme y seguro de si mismo, hasta que se desmonta la coartada a ritmo de pregunta o de errores bien aprovechados por el detective.

No pasa el tiempo por ella como no pasa por un libro de Faulkner. Pasan las personas y las modas, pero una reflexión inteligente (oral o escrita) vivirá siempre.

Las coartadas pulcramente tramadas son desmontadas mediante preguntas astutas y el asesino de turno acaba psicológicamente desgastado y confesando. Los episodios son obras maestras que perfectamente podrían representarse en teatro, puesto que todo se resume en un enfrentamiento dialéctico entre detective y sospechoso y en una lección magistral de sentido común y psicología humana para desmontar la más perfecta de las coartadas.

jueves, 28 de mayo de 2009

Blogs excepcionales

Hoy quise inspeccionar la sana competencia en materia de blogs jurídicos, y he encontrado dos fantásticos rivales, en el buen sentido y con la convicción de que sus entradas son verdaderamente valiosas. Espero aprender de ellos y mejorar cada día.

Por un lado en www.contencioso.es nos encontramos con una excepcional bitácora de derecho público que además cuenta con el valioso saludo del maestro García de Enterría, ahí es nada. De otro lado, http://monsieurdevillefort.wordpress.com/ nos presenta la actualidad jurídica mediante un análisis no exento de comparaciones históricas, y con un resultado agradable e intelectual. En ambos casos los destinatarios son juristas, si bien se atisba que el segundo intenta abrirse, aunque por su temática y lenguaje se encuentra forzadamente circunscrito a un ámbito reducido.

Dos brillantes estandartes para combatir la incultura (jurídica).

miércoles, 27 de mayo de 2009

Nuestro peculiar homenaje a Johnnie Cochran.


Su aspecto era excéntrico, pero cuando hablaba, temblaba el auditorio. Ya era una estrella de la abogacía antes de defender al ex jugador de fútbol estadounidense O.J. Simpson, pero tras su absolución, ascendió a los altares.

Divino allá donde se encuentre, fue capaz de conducir al Fiscal al craso error que trajo la absolución por el jurado del famoso exjugador. Y es que como me recuerda un feliz compañero, si no conoces una respuesta evita tirarte al charco, que mejor será bordearlo aunque no sea actitud honrosa.

Cochram supo inquietar al Fiscal con sus alegatos mientras que el enfoque de las pruebas propuestas y la hábil discusión de las contrarias llevó al Ministerio Público a una grave inseguridad. Pensando más con el corazón que con la cabeza, se tiró al charco. Y perdió un caso ganado para la acusación cuando la opinión pública mayoritaria daba a O.J.Simpson por culpable, habida cuenta sus precedentes de malos tratos familiares y su natural carácter violento.

Le pidió que se calzase los guantes que se hallaron en la escena del crimen. Si alguien era culpable de manera tan evidente, y se habían encontrado unos guantes que presuntamente sirvieron para el homicidio al estar ensangrentados, dichos guantes debían haber sido utilizados por el acusado para perpetrar el crimen. Sin embargo, como predican los abogados con retranca, para el Derecho 2+2 nunca son 4, y los guantes quedaron pequeños a O.J.Simpson.

Los guantes entraban, pero muy ajustadamente. O.J. Simpson fue advertido por su abogado de la posibilidad de este error, y de la comedia que debía imprimir a ese momento. El acusado fue un actor fabuloso y aparentó, no sólo no haber visto jamás los guantes, sino gran dificultad en calzárselos.

Estaremos de acuerdo en que un delito puede cometerse con guantes apretados y con guantes holgados, si bien la ejecución puede ser más dificultosa en el primero de los casos.

Pero Cochram ya había vencido. No sólo famoso por sus corbatas de colores encendidos, sino por sus eficaces y lapidarias frases estribillo, aquí acuñó la estelar "if they don´t fit, you must acquit", que rimando equivale a decir que si no se podía calzar los guantes, debía absolvérsele, mientras que el Fiscal había quedado noqueado tras su garrafal error.

Y como dijimos, Cochram subió a los cielos, donde no sólo se le recuerda por absolver a celebridades condenadas de antemano por la opinión pública y la sana lógica, sino por el trabajo que hizo a favor de los desfavorecidos, generalmente de raza negra, que habían sufrido los abusos de los agentes por motivos fundamentalmente raciales.

Su despacho estaba adornado por las copias de los cheques por millones de dólares que había ganado en juicios para ciudadanos sin nombre que habían sufrido abusos policiales.

Maestro entre los maestros, pasa a la posteridad por un discurso astuto y majestuoso.

En el juicio final, queremos que nos defiendas.

Descansa en paz, Johnie Cochran.

lunes, 25 de mayo de 2009

Caamaño y su redescubrimiento de la pólvora

Nos tenemos que remontar muchas décadas atrás para recordar el pago de tasas judiciales como mecanismo de contribución al excesivo gasto de la Justicia. Que paguen los que la usan, era el fundamento. Pues que paguen, que parece razonable.

La desaparición de dichas tasas como mecanismo de copago para sufragar el sistema judicial fue una de tantas medidas desarrolladas por el gobierno socialista en su primera reelección, y hasta principios del nuevo siglo no se volvió a hablar de la necesidad de rescatarlas del olvido.

Y aparecieron de la mano de la derecha y de una forma ciertamente popular, ya que sólo se cobrarían a las grandes empresas litigantes en la medida en que declarasen unos beneficios desorbitados, con lo cual resultaba del todo razonable cobrar a los que más tienen cuando usaban de la Justicia, y de ese modo contribuir a reducir el gasto público. Resulta curioso, pero era una eficaz medida de la derecha que gravaba al capital.

Ha tenido que volver la izquierda al poder para ampliar el alcance de las tasas judiciales a todos los ciudadanos, y he ahí que el ministro Caamaño con una de sus filigranas de chistera nos saca el conejo de la tasa para interponer recursos judiciales.

Se dice que de este modo se reducirán los recursos interpuestos, aquellos meramente dilatorios y sobre los que no se alberga esperanza alguna, salvo retrasar la firmeza de la sentencia. Y que ese dinero se destinará a modernizar la Administración de Justicia.

Yo disiento.

De un lado, porque quien posee recursos suficientes va a seguir recurriendo y poco le va a importar pagar un plus adicional, que se dice reducido. Pero desgraciadamente, quienes no poseen suficiencia económica, van a ver mermadas sus economías por el mero hecho de pagar la nueva tasa. Y es que a quien le sobra el dinero no le importará pagar tasa, y a quien le resulta escaso, va a resultarle más oneroso el coste de que le den la razón sobre lo que ya la tenía.

De otro lado porque la medida es un engañabobos que sólo persigue que los usuarios costeen la modernización de la Justicia.

Vamos a ver, si yo interpongo un recurso dilatorio (que es lo que pretende evitar la tasa) sé que me van a imponer una condena en costas que beneficiará a la otra parte. ¿Acáso me va a disuadir de interponer un recurso dilatorio la existencia de una tasa reducida cuando ya sé que voy a pagar las costas de esa segunda instancia?

Las costas van a ir para la parte contraria, y la tasa, para Caamaño.

Ministro, no nos tomes el pelo, que ese conejo de la chistera es de trapo.

Problemas de familia

En todas las familias cuecen habas. El juez decano de Barcelona, José Manuel Regadera, que asumió el cargo el 10 de marzo de 2008, vio como el pasado abril su nombre trascendía en la crónica judicial como protagonista tras ser denunciado por su mujer por presunta agresión, y reaccionando con otra denuncia cruzada contra su esposa, notaria de profesión, por el mismo motivo y con la que había contraído matrimonio tan sólo meses antes.

Imputado por un presunto delito de maltrato, ha presentado hoy su dimisión ante la "pérdida de confianza" en su persona que ha provocado en algunos de sus compañeros esta imputación, y después de que la semana pasada, 18 de los 33 jueces de instrucción de Barcelona firmaran una carta en la que solicitaban al decano su "inmediata dimisión" ante la situación procesal en la que se encuentra envuelto y "en aras a la defensa del principio de transparencia que la sociedad demanda".

Veremos cómo acaba la película.

martes, 12 de mayo de 2009

Los procuradores, mucho de que hablar

Acabo de encontrar un artículo interesante, defensor de la figura del procurador y elaborado por una empresaria del sector que, como buena vendedora, nos cuenta los parabienes de la profesión y ensalza su necesidad. www.raquelguerra.com

"Si preguntamos a un ciudadano qué es un procurador, qué función lleva a cabo y qué beneficios le aporta, probablemente no sabrá qué decir o, como mucho, dirá que colabora con el abogado para hacer trámites y que es un coste que no le queda más remedio que asumir" -escribe.

Posiblemente no sólo opine eso el ciudadano, sino también el abogado -añado.

"Somos nosotros quienes debemos explicar que la agilización de trámites en el juzgado, que el cumplimiento de plazos,etc., dependen en buena parte de nosotros y gracias a nuestra labor contribuimos a que los asuntos avancen" -apostilla la citada procuradora.

Personalmente, y sin pretender desmerecer a nadie, entiendo que este colectivo en gran cantidad de ocasiones, es perfectamente prescindible. Como el de los abogados, que aras a la cercanía de la Justicia al ciudadano, no resultan preceptivos en los procedimientos monitorios, los verbales, o los juicios de faltas.

Y es que cuando se viajaba en caballo o en carreta, y pasaban días de viaje para atravesar cincuenta kilómetros por pedregales y caminos de tierra, por fuerza debía existir una figura que representase a las partes procesales ante el Juzgado, para evitar que por el más mínimo documento o trámite (y mira si hay docenas en un sólo procedimiento) te obligasen a acudir personalmente para ser notificado. La figura del procurador aparecía así como un representante procesal a estos efectos.

En nuestros días no cabe duda de que las tecnologías de la información, o simplemente el uso del burofax hace innecesaria una persona interpuesta para recoger las notificaciones a nosotros dirigidas.

Y respecto al argumento de que se encargan de la agilización de trámites en el Juzgado... pues debo reconocer que es verdad, pero eso es algo así como admitir que usted necesita pagar a un profesional para que le den una cita con el médico del seguro, porque la telefonista no se coordina bien con los compañeros, y para evitar que su petición caiga en el olvido y se quede esperando de por vida una respuesta, nada mejor que una persona "de apoyo", un representante de usted que vaya y pregunte si todo lo están haciendo bien.

O como contratar a una persona que esté detrás del cartero para que controle si lleva la carta que usted echó en el buzón. Dicho finamente, para "agilizar" a la clase funcionarial, cuya carga de trabajo le hace ser por natura, lenta como un toro cansado.

Pero de los funcionarios nos encargaremos en mejor ocasión.

jueves, 7 de mayo de 2009

Para la Biblia también se tuerce el Derecho... y son miles de años ya de doblez.

"¿Por qué me haces ver la iniquidad,
y soportas la vista de la aflicción,
y la opresión y la violencia se hallan ante mí,
y surgen la querella y la discordia?

Pues desaparece la ley
y el derecho no resplandece.
El injusto acorrala al justo,
por eso aparece el derecho torcido".

Habacuc, 1, 3-4.

miércoles, 6 de mayo de 2009

Negociar con la Seguridad Social, ¿un imposible?

Fue hace una década cuando descubrí las enormes posibilidades de la Seguridad Social desconocidas para el común de los mortales. Cuando la pensión de jubilación dependía de la cotización de los últimos 15 años, un cliente de sesenta y cinco años vino a verme con 13 años cotizados y la pregunta de si debía conformarse con una pensión no contributiva, dado que no llegaba al periodo mínimo cotizado para tener derecho a la pensión, entiéndase, pensión contributiva como la interpretamos normalmente.

Un desganado funcionario le había respondido a este cliente encogiéndose de hombros, habida cuenta de que si la normativa habla de 15 años mínimos, con 13 cotizados tiene usted poco que hacer por imperativo matemático.

Sin embargo, parecía un contrasentido que quien haya cotizado quince años tenga derecho, y quien cotizase catorce, no lo tuviera. Debía existir una solución que la Ley no contemplaba cuando fijaba esos márgenes. No hace falta saber derecho para conocer lo que es Justo, y ésta era una grave injusticia no tolerable.

Efectivamente. Expuesto el problema en la Dirección de la Tesorería General de la Seguridad Social, léase, en el mismo Órgano rector y no en la delegación del barrio, compartían dicha interpretación, y me informaron de la existencia de los convenios individuales entre la Seguridad Social y los particulares, y dejo aquí constancia de la posibilidad de cotizar a partir de los 65 años el periodo que nos reste hasta cubrir los 15 años mínimos, o el abono íntegro y de una vez de las cotizaciones pendientes para colmar el plazo legal.

El otro día recordé la experiencia, ya que leí en prensa sobre la posibilidad de firmar convenios individuales con la Seguridad Social para seguir cotizando para la pensión sin tener un empleo y de este modo, a pesar de quedar en paro durante los últimos años de su vida laboral, poder seguir cotizando individualmente y mantener su nivel de aportaciones con el objeto de cobrar la pensión esperada.

Así, podrá firmar convenio cualquier trabajador que cause baja en un régimen de la Seguridad Social en el que estuviera cotizando y no esté dado de alta en otro régimen en el momento de suscribir el convenio, los asalariados con contrato fijo o autónomos, que continúen dados de alta en el sistema de la Seguridad Social una vez cumplidos los 65 años, siempre y cuando acrediten 35 o más años de cotización efectiva y estén exentos de cotizar por contingencias comunes excepto por incapacidad temporal, y los trabajadores que cesen en su prestación de servicios por cuenta propia o ajena y que sean contratados nuevamente por otro empresario o el mismo, con remuneraciones que den lugar a una base de cotización inferior al promedio de las bases de cotización correspondientes a los días cotizados en los doce meses inmediatamente anteriores al cese, entre otros supuestos.

En todo caso es indispensable tener cubierto un periodo mínimo de cotización a la Seguridad Social de 1.080 días en los doce años inmediatamente anteriores a la baja. En el caso de pensionistas de jubilación o incapacidad permanente a los que se les anuló o extinguió el derecho a la pensión, el periodo mínimo de cotización citado deberá estar cubierto en el momento en el que se extinguió la obligación de cotizar.

No obstante, esta cotización de 1.080 días no será exigible a los trabajadores que suscriban un convenio especial en supuestos especiales, como el de los perceptores de un subsidio de desempleo mayores de 52 años, con derecho a cotizar para la pensión de jubilación; trabajadores con 55 o más años afectados por determinados expedientes de regulación de empleo; trabajadores en situación de huelga o cierre patronal; trabajadores a tiempo parcial que quieran completar su cotización; aquellos que reduzcan su jornada para el cuidado de menores de seis años, discapacitados o familiares dependientes; asalariados con permiso o licencia en cumplimiento de un puesto público sin retribución o cuidadores no profesionales de personas dependientes.

Supongo que al ávido lector de este artículo no se le escapará que difícilmente puede pagar una cotización quien está desempleado, o seguir abonando autónomos cuando ya se tienen más de 65 años de edad: situaciones difíciles económicamente hablando para tener además que desembolsar dinero.

Quede al menos constancia de que es posible negociar individualmente con la Seguridad Social nuestra pensión futura.

martes, 5 de mayo de 2009

El abogado preventivo

Pasan los años y me sigue sorprendiendo que acudir al abogado sea una disciplina cultural. Los británicos acuden a su abogado frecuentemente, -dicen en el argot, que casi para ir al aseo-, por no ser más soeces.

No pretendo convencer de la necesidad de un abogado en su vida, pero sí de que dejando las cosas para el último momento, dificultan en grado sumo una defensa.

Porque un médico no puede atajar una enfermedad en grado terminal del mismo modo que cuando ésta se detecta inicialmente. En el primer caso posiblemente sólo podamos aplicar cuidados paliativos, y en el segundo, hay una alta posibilidad de salvar al paciente.

Como he comenzado, insisto en que nos encontramos ante una disciplina cultural. ¿Qué hace al hommo hispanicus acudir al abogado tan sólo cuando su estado es agónico y terminal? Efectivamente, sólo llega por necesidad, cuando considera peor el resultado de un problema que la circunstancia de acudir al malicioso chupasangre que se esconde tras la placa de abogado.

Sin embargo, de las encuestas se desprende que un 5 por ciento de los casos que llegan a un abogado no acaban en un juzgado, pero esta cifra podría ser mucho mayor –con la consiguiente descongestión de la Justicia- si la consulta se realizara antes. Para ello, el Consejo General de la Abogacía Española ha iniciado una campaña publicitaria de concienciación para que los ciudadanos vean al abogado no como un “solucionador”, sino como un profesional capaz de evitar que una situación aparentemente inocente se convierta en un hecho grave.

Claro que también habrá quienes opinen que hay abogados ávidos de sangre que enmarañan y convierten la situación inocente en la más grave. Pero esa es otra historia.

lunes, 4 de mayo de 2009

Menos garantías para el aplazamiento de deudas

Hace pocos días se hizo la luz para la Orden EHA/1030/2009, de 23 de abril, por la que se eleva el límite exento de la obligación de aportar garantía en las solicitudes de aplazamiento o fraccionamiento a 18.000 euros.

Esta Orden se aplica a las solicitudes de aplazamiento y fraccionamiento de pago de las deudas de derecho público gestionadas por la Agencia Estatal de Administración Tributaria, y por los órganos u organismos de la Hacienda Pública Estatal, con exclusión de las deudas a que se refiere el Reglamento CEE 2913/1992, del Consejo, de 12 de octubre, por el que se aprueba el Código Aduanero Comunitario, que se regularán por lo dispuesto en dicho Reglamento, salvo las que se contraigan en aplicación del artículo220 del mismo.

Con anterioridad, se exigían garantías para las solicitudes de aplazamiento y fraccionamiento de pago de las deudas tributarias cuando excedían los 6.000 euros, ascendiendo ahora el límite a los 18.000 euros, tanto en período voluntario como en período ejecutivo de pago, sin perjuicio del mantenimiento, en este último caso, de las trabas existentes sobre bienes y derechos del deudor en el momento de la presentación de la solicitud.

A efectos de la determinación de la cuantía señalada se acumularán en el momento de la solicitud, tanto las deudas a que se refiere la propia solicitud como cualesquiera otras del mismo deudor para las que se haya solicitado y no resuelto el aplazamiento o fraccionamiento, así como el importe de los vencimientos pendientes de ingreso de las deudas aplazadas o fraccionadas, salvo que estén debidamente garantizadas.

Recordar que las garantías se hacían tremendamente onerosas para el contribuyente, que se veía obligado a recabar ayuda de propios y extraños para poder avalar la deuda tributaria superior a 6.000 euros, con el coste añadido que suponía un aval bancario por dicha cantidad.

Aplaudimos por tanto la reforma, que desahogará a muchos contribuyentes, aunque justo es decir también que ni es una medida generosa, ni supone en sí misma el gasto de un solo euro a beneficio del contribuyente. Una medida política de coste cero.

sábado, 2 de mayo de 2009

El visionario Walras y la destrucción de la teoría tradicional de la oferta y la demanda

Si el precio de un bien está demasiado bajo y los consumidores demandan más de lo que los productores pueden poner en el mercado, se produce una situación de escasez, y por tanto los consumidores estarán dispuestos a pagar más. Los productores subirán los precios hasta que se alcance el nivel al cual los consumidores no estén dispuestos a comprar más si sigue subiendo el precio. En la situación inversa, si el precio de un bien es demasiado alto y los consumidores no están dispuestos a pagarlo, la tendencia será a que baje el precio, hasta que se llegue al nivel al cual los consumidores acepten el precio y se pueda vender todo lo que se produce.

Frente a esta teoría económica atribuida básicamente a Adam Smith, extendida y aceptada en todo el orbe, apareció una teoría marginal defendida por -entre otros- León Walras, que defendía que el precio se establece a partir del precio más alto.

Tengo que darle la razón a este último, porque la escalada de precios que vivimos no sólo es un completo abuso en tiempos de crisis, sino que la tradicional teoría de la oferta y la demanda se ha roto hecha añicos.

Veamos. La crisis económica galopante ha hecho disminuir el consumo. Los productos de precio más elevado han disminuido sus ventas cediendo ante los de marca blanca, que ganan cuota de mercado y se consolidan cada vez más en la cesta de la compra. Según la teoría de la oferta y la demanda, si el precio de un bien es demasiado alto y los consumidores no están dispuestos a pagarlo, la tendencia será a que baje el precio, hasta que se llegue al nivel al cual los consumidores acepten el precio y se pueda vender todo lo que se produce. Pues eso no ocurre, ya que los precios siguen subiendo de modo disparatado.

Pongamos varios ejemplos. Hace un año el precio medio de un batido Puleva de 1 litro era de 1,10 euros, si bien era común encontrarlo de oferta a prácticamente un euro en las grandes superficies. Partiendo de la tendencia del mercado, hay que presumir que la crisis económica ha llevado a que los consumidores prefieran el batido marca blanca (que suele saber a leche con polvitos pero que vale la mitad) frente al más auténtico de Puleva. Según Adam Smith, Puleva debería replantearse su estrategia y bajar el precio hasta llegar a aquél aceptado por los consumidores y así vender todo lo que produce. Pues no. Lo que ha hecho ha sido cambiar sus botellas de 1 litro a las nuevas de 750 ml, y promocionar dichos envases como oferta al precio medio de 1,05 euros.

¿La nueva estrategia del mercado frente a la crisis consiste no en bajar los precios, sino en empequeñecer la unidad de producto manteniendo el precio o disminuyéndolo levemente? Yo quiero que vuelva la Puleva de tiempos de bonanza, cuando me vendía 1 litro a 1,15 euros y no cuando en tiempo de crisis me vende 3/4 litro a 1,05 euros, pues parece que quiere hacer negocio de la desgracia ajena.

Pero los donuts no se libran. Hasta el año pasado se vendían las tradicionales cubetas de 6 donuts, que generalmente lucían la oferta 4+2 en su envase. Costaban de media 1,60 euros si eran donuts blancos, o 1,75 si eran de chocolate. Te llevabas 6 donuts por ese precio, y se supone que no perdían dinero, pues la oferta estaba extendida a todos los supermercados.

Ahora han inventado el pack divisible, que es algo así como un blister de pastillas donde hay 6 donuts agrupados en huecos y amontonados de dos en dos. Anuncian que con ese sistema "están siempre recientes", pero mi ojo clínico me dice que forma parte de una estrategia de marketing y de otra estrategia empresarial, pues es obvio que con el sistema del envase al vacío disminuyen costes de distribución.

Antes el lema era "frescos del día", y efectivamente día a día los llevaban a los comercios, y los comprabas y veías que se habían fabricado hacía horas. Más reciente que eso, imposible. Y al precio ya comentado, que al parecer, no les hacía perder dinero.

De unos meses a esta parte, son frescos del día, pero por efecto del envase al vacío, y ya no gastan en distribución llevando los donuts a diario a los puntos de venta. Aparentemente la disminución de costes debería acarrear una ventaja para los consumidores: el menor precio.

Pues no, ya que el blister de 6 donuts ha pasado a costar 3 euros. Sí, que nadie se asombre, ahora pagamos un envase más caro para que gaste menos la empresa en distribución. Y los donuts han pasado a costar en tiempo de crisis prácticamente el doble que en tiempo de bonanza del ladrillo.

Sólo hace falta recorrer los supermercados y examinar los productos que tradicionalmente habíamos comprado antes de la crisis. ¿Parecen más baratos? Anda, fíjate bien, que seguro que le han restado un tercio del peso...

Por tanto, la ley de la oferta y la demanda ha terminado derivando en la ley de Walras del precio más alto, porque efectivamente, las marcas blancas se apoyan en los precios de las marcas tradicionales. Si la marca tradicional bajase su precio, arrastraría a la marca blanca, puesto que nadie en su sano juicio compra galletas Hacendado si al mismo precio le dan unas galletas Cuétara.

Me indigna especialmente la táctica del envase. Los productos (manteniendo prácticamente el precio) han pasado de 1 litro a 750 ml, y de 1 kilo a 900 grs. Y de 500 ml a 400 ml. Prevaleciendo siempre una imagen atractiva. Frente a la botella de 500 ml tradicional se alza la nueva, más estilizada de 400 ml y con un figurante que sonríe (presuntamente por los jugosos beneficios que se va a embolsar la empresa con el cambio).

Una perpetua búsqueda del mayor beneficio. A eso nos encaminamos, y que no nos cuenten milongas de teorías económicas.

viernes, 1 de mayo de 2009

Jarto de guardias (aparentemente)

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Que la realización periodica de guardias de turno de oficio resulta una labor tediosa y además de poco remunerada, aún menos agradecida en ocasiones por los clientes, es una verdad como un templo, y todavía no he encontrado ningún compañero de fatigas que no comparta esta impresión.

Repasando jurisprudencia en un día propicio (día del Trabajo, jamás entenderé porqué se celebra no trabajando, lo que parece ser una contradictio in terminis), me he topado con la conducta de un compañero, de allá por Navarra, que aparentemente "jarto de guardias", y estando de tal en funciones de comisaría, desatiende las llamadas hasta en cinco ocasiones, al día siguiente no devuelve el aparato receptor de avisos (el busca) al Colegio, y hasta una semana más tarde no aparece para dar explicaciones.

El Colegio de Abogados de Pamplona le sanciona gravemente excluyéndole del turno de oficio y desatiende la no demostrada argumentación de que una enfermedad sobrevenida y diríase paralizante, impidió al letrado siquiera avisar de su estado, colegiado que por cierto, ya era reincidente en estas lides.

Recurrida la decisión, el TSJ de Navarra confirma el fallo con base en el artículo 42.b) de la Ley 1/1996, de Asistencia Jurídica Gratuita, que dispone que "la imposición de sanciones por infracciones graves o muy graves, relacionadas con las actuaciones desarrolladas en aplicación de lo establecido en esta Ley, llevará aparejada, en todo caso, la exclusión del profesional de los servicios de asistencia jurídica gratuita".

Y es que por mandato constitucional, todos tenemos acceso a la tutela judicial efectiva, aun en el caso de que quien desee ejercer este derecho carezca de recursos económicos.

En ocasiones plomiza pero también conmovedora, esta función social -tal y como la entendemos- no puede quedar condicionada por voluntades o intereses particulares.

* EDJ 2009/25225, STSJ Navarra Sala de lo Contencioso-Administrativo de 10 marzo 2009.