El derecho a lo torcido

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miércoles, 20 de abril de 2011

Contradicciones religiosas. Suma y sigue.

Acaba de hacerse pública la Sentencia del TC que ampara a la profesora de Religión de Almería que fue despedida en 2001 por haberse casado por lo civil con un hombre divorciado.

Me trae a la memoria una boda real santificada con todos los parabienes entre un Príncipe y una divorciada, que ofició el mismísimo Rouco, quien a lo mejor no sabía nada sobre el despido de la profesora «invitada» por el obispo de la diócesis a abandonar «en silencio» su puesto de trabajo, en el que llevaba siete años.

O a lo mejor sí lo sabía, pero daba lo mismo.

La ministra popular Pilar del Castillo, años ha, y en comandita espiritual con la Iglesia, se limitó a decir que la decisión adoptada por el Obispado era «jurídicamente legal» porque había dos sentencias del Supremo que avalaban la decisión del Obispado y un convenio con el Vaticano que «tampoco deja mucho margen de maniobra».

Finalmente, el Ministerio no renovó el contrato de la profesora.

El Centro de Mediación y Arbitraje de los Trabajadores intentó un acuerdo con el Obispado en octubre de ese año y no lo logró. Dos meses después, unos días antes de Navidad, la Iglesia ganó su primera sentencia. El Juzgado de lo Social número 3 de Almería se inclinaba por las tesis del clero, que se amparaba en la falta de coherencia de la demandante. Más tarde lo haría el Tribunal Superior de Andalucía.

Sin embargo, el Pleno del Alto Tribunal ha reconocido a la mujer su derecho a no ser discriminada por sus «circunstancias personales, libertad ideológica o por motivo de intimidad personal y familiar», dado que el disfrute de esos derechos «no guarda relación con la actividad de la demandante, pues no afecta a sus conocimientos dogmáticos o a sus actitudes pedagógicas».

El caso me conduce a la reflexión siguiente: ¿Cuáles son las diferencias entre una [futura] Reina divorciada y una profesora casada con un hombre divorciado para que en el primer caso la Iglesia apadrine y en el segundo vapulee?

Los intereses creados.

De la primera obtienes y a la segunda das. El que tenga ojos que vea.

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